Apostar a la inversión en tecnología permite el despegue de cualquier emprendimiento productivo. En el caso de un tambo comercial, aumentará la producción y facilitará las labores de sus operarios. Este es el caso de la familia Hildebrand, cuyo establecimiento está en la colonia Sommerfeld del municipio J. Eulogio Estigarribia, departamento de Caaguazú.
La familia Hildebrand inició su actividad ganadera hace 20 años. Su rubro, la lechería, fue evolucionando a lo largo de los años, pasando del ordeño manual hasta el mecanizado. Actualmente, con la introducción de tecnología israelí y un sistema informático se hace factible la detección de celo y determinadas enfermedades, establecer estrategias más precisas y alcanzar altos rendimientos en leche.
INICIATIVA
Con el aumento en el número de vacas surgió la idea de preparar un tambo nuevo e introducir nuevas tecnologías que permitan dar un paso hacia el futuro. La estrategia consistió en la instalación de un sistema informático que, por medio de un dispositivo denominado podómetro (colocado en las patas de las vacas), permita obtener datos relacionados a la detección de celos, reabsorciones embrionarias, riesgos de aborto, mastitis, cetosis, entre otras variables comunes a este rubro.
De esta manera fue posible controlar la producción de leche, ya que el sistema posibilita el descarte de las vacas enfermas o aquellas que no producen la cantidad suficiente de alimento. A su vez, toda la información queda registrada automáticamente sin la necesidad de apuntes en papel o la recolección manual de los datos. A dos años del uso de esta tecnología fue factible aumentar la producción de leche, debido a que el tambero sabe cuándo es el momento oportuno para el reemplazo de ejemplares para producción.
SISTEMA DE TRABAJO EN EL TAMBO
En relación con otros establecimientos ganaderos dedicados al rubro lácteo, en este tambo, la vaca entra al área de ordeño y las ordeñadoras son colocadas desde atrás, lo cual permite un manejo práctico y rápido. El sistema facilita el ordeño de unas 100 vacas/h, aunque todo dependerá de la necesidad.
La indicación para el operario es la limpieza de las ubres y la espera de 60 a 90 s para la colocación del dispositivo de extracción de leche. Los equipos detectan la calidad de esta y, en el caso de presentar un porcentaje mínimo de antibióticos, la leche colectada de esta vaca no llega al tanque que se destinará a la industria, sino que se aparta automáticamente en un tanque independiente para su análisis. Así, el productor puede examinar a las vacas recién paridas.
INFORMACIÓN COLECTADA
Una vez que la vaca es totalmente ordeñada, el equipo es liberado de forma independiente y todo lo contabilizado queda almacenado en el sistema informático sin que el operario haga algún esfuerzo. Entonces, la detección de aquellas vacas con cetosis o mastitis quedará registrada en la computadora del productor y, de esta manera, no hay posibilidad de error. En vacas recién paridas, los equipos permiten la colecta del calostro y el control de producción, para determinar aquellos animales que mantienen o bajan la cantidad de leche.
RESULTADOS
A dos años de utilizar la aplicación del control computarizado por podómero fue posible descartar unas 40 vacas de un plantel de 100 hembras en producción, gracias a que el programa detectó que dichos vacunos ya no rendían lo suficiente y debían ser reemplazados para aumentar la colecta de leche diaria. A su vez, mejoró la detección de celo y preñeces, además de disminuir la cantidad de pajuelas utilizadas por animal. El tambo logró el 70 % de preñeces y destete de terneras.
FUENTE: ABC DIGITAL